El maíz que alimenta a millones de mexicanos está en crisis. A la pérdida de superficie cultivable y la falta de apoyo al campo, se suma un riesgo creciente: el consumo de maíz importado con altos niveles de contaminación.
Así lo denunció Ramón Pino Méndez, presidente del Consejo Veracruzano de Productores de Maíz, quien señaló que el país está comprando maíz del extranjero que ha sido fumigado para resistir plagas y almacenamientos largos.
“Este maíz no es apto para el consumo humano y puede tener efectos en la salud de quienes lo consumen diariamente en tortillas y otros derivados”, afirmó.
Pero el problema no es sólo sanitario. El aumento de importaciones ha encarecido el grano, y con ello, el precio de la tortilla aumentará en los próximos meses.
México ha dejado de sembrar grandes extensiones, sobre todo en estados del norte, donde actualmente solo se trabaja el 20 por ciento del área que antes estaba destinada al maíz.
Pino Méndez explicó que la falta de inversión y acceso a crédito son los principales obstáculos para los productores. “Trabajamos en condiciones muy adversas, sin maquinaria ni apoyo, mientras que se sigue comprando maíz malo en vez de impulsar el bueno que se puede producir aquí”, expresó.
El dirigente de productores de maiz señaló que hace falta una reunión directa con la presidenta para presentar la situación real, pues considera que muchos de los informes que recibe están maquillados.
“Esto no es sólo un tema de campo, es de salud y de soberanía. El país merece alimentos limpios, sanos y producidos en su propia tierra”, sentenció.
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